¿Qué pasará con la automatización de almacenes? Tratemos de entender más
Desde hace años, venimos hablando de la centralidad del nivel de servicio para las cadenas de suministro, pero hoy en día está claro cómo este tema ha afectado radicalmente a nuestras vidas como profesionales de la logística.
Es sobre todo en el almacén donde se ven los efectos de la centralidad del servicio: efectos que no solo repercuten en el rendimiento (rapidez/puntualidad y reducción sustancial de errores) sino que también son evidentes en la "física" del almacén (aumento muy importante de referencias gestionadas, pedidos cada vez más pequeños y frecuentes que nos llevan a hacer cada vez más picking) y en los procesos (diferentes flujos de productos, diferentes canales de venta, etc.).
A este aspecto, que es estratégicamente buscado por las empresas como factor de competitividad, existen causas exógenas cada vez más incisivas y frecuentes, los llamados "cisnes negros": crisis económico-financieras, pandemias, guerras, crisis climáticas e inflación. Estos aspectos, a los que lamentablemente tendremos que acostumbrarnos, empujan a las empresas a tener un enfoque de la estrategia de distribución lo más ágil y flexible posible, sabiendo muy bien que, de esta manera, se pierden muchas oportunidades para aumentar la eficiencia de los procesos.
Llegados a este punto, surge la pregunta de si la automatización de los procesos de almacén sigue siendo una opción estratégicamente viable.
La respuesta, desde nuestro punto de vista, es sí, la automatización sigue siendo una opción sólida a seguir para optimizar los procesos de almacén y competir en este mercado cada vez más complejo e impredecible.
En apoyo de nuestra tesis, además de la evidencia de un mercado que nunca ha estado tan convulsionado, hay algunas consideraciones tecnológicas y estratégicas.
Innovación tecnológica: la llegada de los AMR
Las nuevas tecnologías de automatización de almacenes rompen algunas disyuntivas típicas de las tecnologías anteriores (transelevadores y miniloads): altura, relación stock/movimiento y escalabilidad.
Las nuevas técnicas basadas, digámoslo por simplicidad, en los AMR que de diversas maneras (excavar pilas de cajas, subirse a las estanterías, llevar la estantería a la bahía de picking, etc.) ayudan en las operaciones de picking no necesitan las "grandes" alturas de las tecnologías anteriores para funcionar de la mejor manera y obtener excelentes densidades de almacenamiento. De hecho, las tecnologías basadas en grúas (transelevadores) (grandes o pequeños) forzaron tanto en el lado del Plan director (buscando excepciones a la elevación en altura) como en el plano inmobiliario, empujando a crear edificios poco reutilizables en caso de desmantelamiento de la automatización (pensemos en el extremo de las naves autoportantes que sin automatización simplemente no existen desde el punto de vista inmobiliario). Los AMR alcanzan densidades más altas adaptándose a los edificios logísticos típicos (10, máximo 12 metros útiles), pudiendo así también reutilizar sitios que ya están en el mercado.
Una segunda disyuntiva rota por las nuevas tecnologías es la de la relación entre las existencias y los movimientos. Con la tecnología a grúas (transelevadores) (en cierto modo, esta relación ya está obsoleta con los multishuttles) era necesario tener siempre en cuenta el "módulo" (pasillo-máquina-estantería) durante la fase de diseño y, por lo tanto, simplificando, o bien había un exceso de capacidad de almacenamiento o de capacidad dinámica. Hoy en día, las tecnologías basadas en AMR desacoplan completamente las existencias de los movimientos; por lo que tenemos sistemas (por ejemplo, Autostore) con muchas cajas, pero pocos robots o viceversa, satisfaciendo realmente las necesidades típicas de su logística.
La tercera y última (¿última?) disyuntiva superada por las nuevas tecnologías es la escalabilidad. Por supuesto, incluso los sistemas a grúas (transelevadores) eran escalables, pero en "módulos" y no exentos de dificultades operativas y sobre todo era posible crecer, pero con un business constante, es decir, con características logísticas siempre similares a los principios de diseño originales. Por otro lado, hoy en día no es raro ver sistemas AMR (por ejemplo, Exotec o Geekplus) escalados solo en capacidad dinámica (mediante la adición de robots) o solo en capacidad estática (mediante la adición de stock), destacando no solo una simple escalabilidad de la solución sino también una flexibilidad para adaptarse a las necesidades logísticas del negocio del futuro.
Podemos, por tanto, sacar una primera conclusión: la innovación tecnológica, especialmente la relacionada con la automatización de flujos por paquetes, realmente da un excelente potencial de uso, pudiendo encontrar, con su aplicación, tanta productividad, densidad de almacenamiento y flexibilidad.
Los nuevos retos de la sociedad: la falta de espacio y de personas
Es un hecho; Además de los retos mencionados, como hemos visto, por los continuos "cisnes negros", también tendremos que hacer frente a dos tendencias importantes: la escasez de espacio (principalmente por las políticas relacionadas con un menor consumo del territorio) y la de las personas (por el drástico declive demográfico de los estados más desarrollados y, posiblemente, por las políticas migratorias elegidas por los gobiernos).
Deloitte, en su interesante investigación sobre el mercado inmobiliario, informa que la demanda de almacenes crecerá en unos 80 millones de metros cuadrados para 2023 (y el crecimiento continuará incluso después de eso). Ante este escenario de insuficiente suelo logístico, los almacenes del futuro tendrán que buscar soluciones para obtener la capacidad de almacenaje necesaria en espacios reducidos. Es probable que la escasez de espacio útil para nuevos zonas industriales pueda conducir a una fuerte tendencia hacia la densificación del almacenamiento, es decir, la adopción de técnicas de almacenamiento que permitan utilizar de forma más eficiente el espacio disponible en los almacenes (un ejemplo en todos los almacenes automatizados).
Es probable que la evidente escasez de recursos humanos (especialmente de calidad) también conduzca a la adopción de técnicas de automatización: las nuevas tecnologías, de hecho, pueden ayudar a reducir la dependencia de los recursos humanos para algunos procesos logísticos (normalmente picking), lo que permite aumentar la eficiencia y la flexibilidad de las operaciones de almacén.
En apoyo de estas consideraciones, la interesante investigación "Zebra's 2024 Warehousing Vision Study" donde está claro que tres cuartas partes de los encuestados están de acuerdo en que el equilibrio operativo óptimo en el almacén pasa por un uso sustancial de la automatización.
Entonces, en conclusión, llegamos no solo a la refutación de la tesis inicial "el fin de la automatización", sino incluso a argumentar que la automatización es la respuesta correcta para los almacenes del futuro. Bueno, ciertamente no, en primer lugar porque la automatización de los procesos de almacén no siempre es una elección correcta: son los datos los que deben dirigirnos hacia una solución tecnológica organizacional y no simples creencias. Disponemos de muchas otras opciones para optimizar los procesos logísticos, como la implantación, el uso avanzado y la ampliación del WMS. Un WMS (Sistema de Gestión de Almacenes) es un sistema de información que se utiliza para gestionar y optimizar las operaciones del almacén; Puede ayudar a mejorar tanto la eficiencia de las operaciones como la eficiencia de las ubicaciones, mejorando así la utilización del espacio. Según el "2024 Warehousing Vision Study" de Zebra, el 61 % de los operadores de almacenes estarán equipados con las últimas tecnologías (software en primer lugar, pero también hardware: cobots, exoesqueletos, etc.) y más de tres cuartas partes (77 %) de los responsables de la toma de decisiones están de acuerdo en la necesidad de modernizar (por lo tanto, no necesariamente automatizar) las actividades en todo el almacén para seguir siendo competitivos.
Conclusión
En conclusión, por supuesto, no es posible predecir con certeza lo que sucederá en el futuro en términos de tendencias tecnológicas, pero sin duda será importante para las empresas, dados los desafíos a los que se enfrentarán, encontrar soluciones innovadoras, y entre ellas sin duda la automatización, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Recurrir a una empresa de consultoría especializada en diseño de almacenes, como Simco Consulting, puede ser especialmente importante para ayudar a la empresa a gestionar eficazmente los retos y oportunidades del mercado, ofreciendo apoyo en el análisis de datos y en el desarrollo de soluciones tecnológicas organizativas de almacenes. Además, una consultora especializada en logística puede ayudarte a aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, ayudando a mantener y aumentar la competitividad de tu empresa en el mercado.
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